Es importante que lleves un registro de lo que vendes, compras y gastas. Sabemos que el día a día, no nos permite llevar control de todo pero es importante saber en NÚMEROS qué es lo que ocurre en nuestro negocio. Puedes empezar a llevar este registro en una libreta o si lo prefieres, de manera más profesional, en un archivo de Excel.

Si no conoces cuánto le ganas a cada producto, es posible que cuando te toque resurtir hagas compras erradas. Nosotros siempre agregamos un PRECIO SUGERIDO en nuestros catálogos, de esta manera nuestros clientes saben a cuánto lo compran, cuánto lo pueden dar a su cliente final y su ganancia. Otra forma, es investigar los precios de tu competencia y revisar los productos más caros o más baratos, así podrás darte una idea de hasta cuánto puedes aumentar tu ganancia sin afectar el bolsillo de tus clientes.

Procura siempre tener limpio tu establecimiento y ordenado y visible toda tu mercancía. Esto hará que la primera impresión que tenga tu cliente de ti sea positiva, pueda ver todo lo que ofreces y tenga confianza en acercarte contigo. Recuerda que de la vista nace el amor.

Cuando nos atienden mal, hablamos pestes y no regresamos al establecimiento. Cuando nos tratan bien, compramos y ¡hasta recomendamos! Haz de tu servicio, tu sello persona. Si eres tú solo en tu negocio o tienes empleados, platiquen sobre cómo mejorar la atención a sus clientes. La ley de oro es atender como te gustaría que te atendieran.

Busca proveedores que realmente se preocupen por ti, tu negocio y el producto que te ofrecen. Un BUEN PROVEEDOR buscará ofrecerte productos que tus clientes buscan y que hagan rendir tu dinero. Un MAL PROVEEDOR buscará llenarte de inventario que te será difícil de vender.

Muchos proveedores ofrecen “los precios más bajos” pero quieren que nosotros pasemos a sus sucursales por el producto. Considera que esto muchas veces requerirá gasolina, casetas, pasajes, propinas y lo más importante que tenemos los emprendedores/empresarios… TIEMPO. Analiza que es más redituable para ti y para tu negocio.

Intenta tener todos los productos que tus clientes normalmente compran. Cuando tus clientes preguntan si tienes un producto y tú dices: “AHORITA NO TENGO”, se quedan con la percepción de que no estás bien surtido y preferirán ir con la competencia.